In recent years I have been owning, not just my identity as a scientist, but also my identity as a queer person. As I talk with queer people from different backgrounds the most foundational concept that we always seem to swing back around to is that everything is a spectrum. 

For example, people often think about gender as one of two options, woman or man. The culture I grew up in chooses to make up two groups and assume all people will conform to one or the other. The reality is that there are infinite gender identities across a whole spectrum. For some people they are a woman, some are a man. For some people their gender is something in between man and woman, others have no gender. There are far too many possibilities to describe them all.

Sexuality, disability, neurodiversity, etc. – so often these identities are split into groups. While useful for communication and finding communities, it is important to remember the complexity and infinite variation that truly exists. The reality is that everything is a spectrum. 

As I participate in society, I see almost everything is designed for the averages of populations or the most visible groups. When I am a part of those large groups it is easy to fall into the trap of thinking that this is enough. However, as I step into my more marginalized identities and accept that I am queer and disabled, I am learning what it means to be in a world that is not designed for me. I am reminded every time I leave my queer décor adorned, disability friendly apartment that the world is often not designed to be inclusive of all the spectrum that exists and so important things get missed – just like in science. I believe seeing how I fit (or do not fit, as the case maybe) into society has made me a better scientist because I am always reminded to ask what is in between, what has been averaged out, what more can I learn…

I research virus evolution. It is so often that scientists, and popular science communicators group viruses by characteristics: low vs high transmissibility, normal vs immune escape mutant, original vs derived, etc. However, the reality is that there is a spectrum between extremes, and to truly understand what is happening we must remember to consider the entire spectrum.


En los últimos años me he hecho dueña, no solo de mi identidad como científica, sino también de mi identidad como persona queer. Cuando hablo con personas queer de diferentes orígenes, el concepto más fundamental al que siempre parecemos volver es que todo es un espectro.

Por ejemplo, la gente suele pensar en el género como una de dos opciones, mujer u hombre. La cultura en la que crecí elige formar dos grupos y asume que todas las personas se adaptarán a uno u otro. La realidad es que hay infinitas identidades de género en todo un espectro. Para algunas personas ellas son mujer, algunas son hombre. Para algunas personas su género es algo entre hombre y mujer, otras no tienen género. Hay demasiadas posibilidades para describirlas todas.

Sexualidad, discapacidad, neurodiversidad, etc., a menudo, estas identidades se dividen en grupos. Si bien es útil para comunicarse y encontrar comunidades, es importante recordar la complejidad y la variación infinita que realmente existe. La realidad es que todo es un espectro.

Al participar en la sociedad veo que casi todo está diseñado para los promedios de las poblaciones o los grupos más visibles. Cuando formo parte de esos grandes grupos, es fácil caer en la trampa de pensar que esto es suficiente. Sin embargo, a medida que entro en mis identidades más marginadas y acepto que soy queer y discapacitada, aprendo lo que significa estar en un mundo que no está diseñado para mí. Cada vez que salgo de mi apartamento adornado con una decoración queer y apto para discapacitados, recuerdo que a menudo el mundo no está diseñado para incluir todo el espectro que existe y, por lo tanto, se pierden cosas importantes, al igual que en la ciencia. Creo que ver cómo encajo (o no encajo, según sea el caso) en la sociedad me ha convertido en una mejor científica porque siempre me acuerdo de preguntar qué hay en el medio, qué se ha promediado, qué más puedo aprender...

Investigo la evolución de los virus. Es muy frecuente que los científicos y los comunicadores de divulgación científica agrupen los virus por características: baja o alta transmisibilidad, normal o mutante de escape inmunológico, original o derivado, etc. Sin embargo, la realidad es que existe un espectro entre los extremos, y para comprender verdaderamente lo que está sucediendo, debemos acordarnos de considerar todo el espectro.

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